Esos locos románticos

Parece que ya no hay sitio para los románticos.   Los sentimientos se han convertido en pecado y simplemente nombrarlos es un sacrilegio, no digamos ya tenerlos. Lo efímero reina a sus anchas. Lleva las riendas y el mundo dice estar a gusto protagonizando una vida llena de prisas y frialdad. Abrazos y besos gélidos que llenan camas sin nombre porque ya no recuerdan quienes pasaron por allí.   Los corazones se esculpen en piedra y ...
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